jueves, 9 de septiembre de 2010

Verano - Julio Cortázar


Verano

Julio Cortázar

La soledad es la peor compañía que podemos tener, verano es una obra de Julio Cortázar en la que se resalta la soledad y la frustración del amor perdido o marchitado por la monotonía y la cotidianidad.


Esta obra plasma la triste realidad de algunas parejas que abandonan u olvidan el sentido de compartir su vida con la persona que quieren. Relación que solo queda sumida en la apariencia y en el demostrarle a los demás una realidad que no es cierta o como dice en esta misma historia estar distanciadamente juntos, amablemente amigos, respetando y ejecutando las múltiples nimias delicadas ceremonias convencionales de la pareja”


La monotonía y la cotidianidad es uno de los problemas que más afectan la relación de parejas, pues todo se transforma en un proceso cíclico en el que las cosas se repiten como un ir y venir y se convierten en un viejo y triste recuerdo que algún dia se encontró en nuestra memoria.


A medida que Zulma se alteraba nuestro suspenso aumentaba, al igual que ella no sabíamos la razón por la que el caballo había aparecido aquella noche en la cabaña, era como si tratara de encontrar algo que se hallaba perdido desde hace muchos años, la esencia de toda relación, el amor y la pasión.

El caballo simbolizaba la violencia y la desesperación de los deseos reprimidos por tratar de encontrar plenitud, por tratar de recuperar y encontrar ese elemento que se había perdido entre ellos.


La manera cómo el autor describía la situación sentimental que vivía la pareja nos indica que su relación se encontraba en un distanciamiento profundo en el que se había perdido su esencia como tal, los detalles y muestras de afectos solo quedaban sumergida en la sequía de un gran verano.

La soledad es un sentimiento que todos hemos sentido en algún momento de nuestras vidas y al igual que el verano de nos agobia y nos impulsa a saciar la sed de nuestros deseos.

viernes, 20 de agosto de 2010

A La Deriva - Horacio Quiroga




Análisis literario A La Deriva- Horacio Quiroga



La parca se enrolló sobre sí misma y esperó paciente su víctima, quien en un paso descuidado recibió una mordedura que le hizo transitar por el sendero oscuro que conduce a la muerte.

La extrañeza de su cuerpo, era igual a la extrañeza de nuestros sentidos al leer esta peculiar historia en donde paulino, es un personaje a quien Horacio Quiroga da vida en este relato; pero la muerte le persigue por un camino agonizante desde el instante mismo en que comienza la historia.

A la Deriva, sin duda es una obra narrada por Quiroga un escritor con una gran imaginación; pero sobre todo con la capacidad de transformar un hecho tan sencillo como una mordedura de serpiente en una historia rica en figuras literarias que la hacen mágica tal como es la metáfora.

Los momentos en los que estuvimos leyendo la obra, parecía un poco confusa pero al adentrarnos en los hechos se volvió interesante por su gran riqueza descriptiva. “el Paraná corre allí en fondo de un inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros encajona fúnebremente el río. Desde las orillas, bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones agua fangosa.


Horacio Quiroga; narra esta historia con un notable suspenso, que se desenvuelve sobre la frágil línea entre la vida y la muerte, mientras paulino se aferra a la vida, el veneno de la víbora surca sus venas destruyéndole todo a su paso, el lector suele preguntarse, ¿Qué pasará? ¿Morirá aquel hombre?...

Y siguió desvariando mientras la canoa descendía por las corrientes del Paraná; quizá al morir el dolor había desaparecido, quizá no notó el instante de la muerte y hoy aun sigue en las corrientes del río buscando ayuda, mientras su cadáver descansa en una canoa que viaja, a la deriva.